Hay quién le llama Dios, Aláh, Jahvé, ..., me da igual, no me quedo con ninguno. Ninguno de ellos me ofrece nada. Pero tampoco quiero, ni necesito la bendición de ningún Dios.
Yo creo en la gente honesta, en las personas capaces de ofrecer actos de generosidad hacia los demás sin pensar en una recompensa divina. Al contrario de las religiones, que ofrecen el cielo o el paraíso a los más devotos siervos. Creo en las personas que viven en armonía con la tierra y los demás seres, aceptando su lugar en el mundo. En las personas que se ilusionan por las cosas pequeñas y cotidianas. Personas que a veces son egoístas, siempre imperfectas, que dan y reciben, que saben que a veces perjudican a otros, pero no se esconden. Creo en las personas que respetan y opinan, que deciden y se equivocan, y que aprenden al rectificar. Porque las personas somos así, seres complejos e imperfectos, pero esa es nuestra culpa, ningún Dios nos hace ser así, no achaquemos a los dioses nuestro desconocimiento de nosotros mismos, de nuestra esencia.
Siempre han habido guerras por la religión, si existe un sólo Dios, ¿Por qué permitiría entonces que murieramos por llamarle de una u otra manera?. Y si existen varios, ¿Por qué no solucionan entre ellos sus disputas?. A donde no hemos llegado hemos colocado un Dios, al desconocimiento del universo, de la muerte, de la propia vida. Lo que el hombre no podía conceder lo dejaba en manos del ser supremo, etéreo, el único capaz de recompensar con premios intangibles. El premio más intangible, para el sacrificio más grande para el hombre, la muerte. Así pués el hombre se separa de lo místico y lleva una vida de hombre, dejando lo divino para Dios.
Yo aceptaría a un Dios capaz de conceder al hombre su verdadera importancia. Porque es el hombre quién acaba decidiendo y eligiendo su camino. Es el hombre quién alberga en sus entrañas dioses y demonios, dentro del hombre reside la esencia divina, la energía mística que nos une al cosmos. Dentro de nosotros tenemos esa balanza invisible que nos dice que está bien y que está mal, pero hay que sobreponerla a culturas y religiones, que mutilan nuestra verdadera libertad espiritual.
No niego la existencia de una fuerza superior, dístinta, en otra dimensión, invisible para el hombre. Sé que algo hay, pero dudo que lleguemos a esa iluminación matando, odiando, y mintiendo. Cada uno lo llamará de una manera, lo buscará donde crea más conveniente. Yo seguiré buscando a mi Dios, en el camino entre el hombre y las estrellas, en un pino, en un arbusto, en una gota de agua. Porque mi Dios no me obliga a hacer nada especial, no me manda matar ni odiar, si mato o si odio seré yo el responsable. Si le busco a través de mis sueños, en la noche, por el dia, bajo la lluvia, en el amor, en la hierba, en el mar, en el bosque, en los libros, en las montañas, en una copa de vino, en una charla amistosa ..., tal vez no le encuentre en ninguno de esos lugares, pero el camino de mi busqueda habrá sido más apacible y divertido.
3 comentarios:
Por suerte los paises "desarrollados" estamos en un período de crisis de fe que va en aumento, y esperemos que se extienda a todos a la larga. No religión, no mandamientos (para eso ya están las leyes),mejor dejarnos llevar por los valores universales que transmitimos de generación en generación.
La gente necesita saber que hay "alguien" que les juzga para sentir que nadie es impune, que todos tendremos lo que nos merecemos de forma directa a la cantidad de "daño" hecho a las creencias de uno, una forma de escudarse, mientras que el "daño" echo por uno no se le puede considerar como tal, ya que sus motivaciones son puras no como la de los demas.
En pocas palabras, quiere no sentirse responsable y sentir que nada es trivial, ni emifero.
Lo curioso es que algo "creado" para unir a la gente, las separe tanto. Alomejor las bases religiosas deben actualizarse, un ejemplo que te dejo:
Robar, durante mucho tiempo y bajo dichos terminos esta escrita la biblia, "robar" era exlusivo para las almas, ya que se creia que no se podia poseer nada ams que el alma de uno mismo, por lo tanto, no "robaras", era un "no secuestraras". Pero con al traduccion debido a la similitud de las palabras "robar" y "secuestrar" en aquella epoca se quedaron en que todas serian "robar" debido a errores de traduccion...
Bueno, que me he enrollado muhco pero me vienen muchos pensamientos a la cabeza... aver si me paso mas.
Directo a mis favoritos.
Diós?tan lejos,tan cerca...¡como dijo Wim Wenders!lo cierto es que está dentro de nosotros,sin Él no somos.Por tanto somos parte de Diós y su gran creación.¿Porqué nos matamos y hay guerras y dolor?porque el universo es un arriba y abajo,un lugar de espejos,de dualidades.Tal y como existe Diós,el orden,la belleza,la paz...existe su antagonista,llámemosle Diablo,Lucifer,da igual.El uno no tiene sentido sin el otro.Diós no puede destruir al diablo porque debería destruir parte de un todo.La reflexión obvia es que en nuestro pequeño libre albedrío tenemos la opción de escuchar esa parte bondadosa y ser consecuente o escuchar ese lado oscuro que todos,todos tenemos.Como todo en el universo se rige por el equilibrio.Cuando se desnivela la balanza como ocurre en nuestros días estamos abocados al caos,o sea a la ausencia de orden y por consiguiente,a la destrucción y al fin.Sólo alejando el mal residente,haciendo una purga y una cura de humildad y superación del "yo",vibrando en harmonía con Él que está en otro plano superior llegaremos a avanzar,el día que nos despreocupemos de nosotros y pensemos en los demás,en que no somos sólo individuos buscando nuestro destino,sinó que fuimos y seremos uno de nuevo,sólo entonces volverán las cosas a su cauce natural.Si las antiguas profecías mayas inspiradas por Kukulcán no erran,tenemos 3 años,6 meses y 6 días para lograrlo.Sino que cada cual cargue con su cruz.Si no llegamos a respetarnos a nosotros mismos,ni nuestros semejantes,ni a los animales y plantas y al planeta,el fin vendrá seguro.El mal es invencible,tan sólo podemos apartarlo de nuestro camino.Ni siquiera Diós puede intervenir ahí.Es nuestro deber saber elegir entre luz y oscuridad.Somos totalmente responsables de nuestro destino.Luz es salvación,oscuridad es fin.Ya me extenderé más sobre profecías y enigmas que pueden ayudarnos a comprender.Saludos.
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